Este es un tema bastante recurrente en algunos círculos que defienden a capa y espada las bondades del software libre... y también de los defensores del software comercial o de código cerrado, pero ¿hasta qué punto llevan razón?
Ante todo, vamos a aclarar los cuatro puntos que definen al software libre:
1º.- Ejecutar el programa con cualquier propósito (privado, educativo, público, comercial, militar, etc.)
2º.- Estudiar y modificar el programa (para lo cual es necesario poder acceder al código fuente)
3º.- Copiar el programa de manera que se pueda ayudar a cualquiera
4º.- Mejorar el programa y publicar las mejoras (para lo que también es necesario poder acceder al código fuente)
A este respecto hay que decir que incluso buena parte del software que actualmente se conoce como libre no cumple estas cuatro condiciones, ya que por ejemplo la licencia GNU GPL impone algunas restricciones, sobre todo al punto 4º.
La diferencia que en este sentido establecemos al referirnos a software comercial es que en el caso de este último no se cumplen estos requisitos y se trata más bien del llamado software de código cerrado, en el que el desarrollador controla todos los cambios en éste, incluida su licencia y el otorgamiento de licencias de uso.
Para nada se habla de software gratuito o no, ya que en ambos tipos de licencia se puede dar el caso de software bajo licencia freeware, aunque esto sea bastante más habitual en el caso del software libre.
Pues bien, la contestación a la pregunta que se plantea es que... no influye para nada en la calidad de un software el que se trate de software libre o no. Lo que realmente influye en la calidad de un programa son otros factores, tales como que se trate de un software bien desarrollado, bien estudiado desde sus principios y que cumpla con los requerimientos que se le pueden pedir.
La verdad es que hay muy buen software libre y muy buen software comercial... pero también que hay software libre bastante malo y software comercial que también es bastante malo.
Los defensores del software libre aducen que en el desarrollo de un programa intervienen cientos (a veces miles) de personas, pero seamos sinceros esto no es una garantía de que el resultado sea mejor o peor, ya que la calidad de éste no depende directamente de la cantidad de gente que intervenga en su desarrollo.
Y precisamente el caso contrario se nos plantea cuando hablamos de software comercial, en el que lo que se suele aducir por parte de sus defensores es la profesionalidad de los desarrolladores. Pero evidentemente también hay profesionales detrás del desarrollo del software libre, por lo que tampoco es este un valor decisivo a la hora de considerar un tipo de software mejor que otro. Seamos objetivos, un software desarrollado por 5000 personas puede ser tan bueno o tan malo como otro desarrollado por solo 5.
En defensa del software libre se dice (y es cierto) que al ser en su mayoría de código abierto el usuario puede adaptar una buena parte de este software a sus necesidades. Vamos por partes, para empezar... ¿de qué tipo de usuario estamos hablando, del profesional y programador o del usuario medio, que a duras penas termina de enterarse del funcionamiento correcto de dicho programa y que a veces tiene problemas incluso con su instalación?
Ante todo hay que ser realistas, que un programa se pueda editar y compilar a nuestro gusto (siempre dentro de unos límites) es algo que está solo al alcance de unos cuantos ¿o es que acaso pensamos que todos o al menos una parte realmente significativa de los millones de usuarios que hay tienen los conocimientos necesarios para esto?
Esto puede suponer una ventaja (y muy grande, desde luego), pero para un número muy reducido de usuarios, lo que fuera del ámbito estrictamente profesional hace que no sea un factor decisivo para definir la bondad de un programa.
Y lo mismo pasa en el caso contrario. ¿Realmente es un grave inconveniente para la mayoría de usuarios no poder modificar el código de un programa y compilarlo a su antojo, cuando la inmensa mayoría carece por completo de los conocimientos necesarios para hacerlo?
En defensa del software comercial se dice que detrás de él siempre hay una empresa... pero hay empresas y empresas, y como muchísimos usuarios han podido comprobar, incluso en sus propias carnes y bolsillos, a veces el que haya una empresa detrás de un programa no significa absolutamente nada, ya que el servicio al cliente que ofrecen es cuando menos muy deficiente.
Otro argumento que se esgrime en defensa del software libre es que hay una gran cantidad de usuarios dispuestos a ayudar en lo que sea necesario, dando soporte a ese tipo de programas.
Y yo me pregunto... ¿es que esto no pasa también con el software comercial? ¿Qué es lo que hacemos entonces en webs como www.configurarequipos.com y otras muchas que hay dedicadas a la ayuda desinteresada y gratuita a todo tipo de usuarios? En la red encontramos cientos de webs dedicadas a ayudar a todo tipo de usuarios, tanto webs de tipo generalista, como es el caso de www.configurarequipos.com como webs especializadas en programas concretos, por lo que este punto tampoco ayuda a inclinar la balanza en un sentido o en otro.
Y si entramos en el precio (o gratuidad en algunos casos) de un programa, pues tampoco es un parámetro que pueda definir como mejor o peor un programa, simplemente significa en muchos casos que un programa es gratis, barato o caro, pero absolutamente nada más. Hay programas gratuitos muy buenos, programas muy caros muy buenos y programas caros que dejan bastante que desear.
Pero sí que hay una serie de parámetros que hacen realmente que un programa sea mejor que otro, aunque para nada intervenga el que se trate de software libre o no.
Estos parámetros son, entre otros:
- Que esté bien diseñado
- Que esté bien desarrollado
- Que cumpla con el cometido para el que ha sido creado
- Que sea fácil de usar por parte del usuario, pensando que no todos los usuarios son (ni tienen por qué serlo) Ingenieros Informáticos, y que en muchos casos sus conocimientos se van a reducir al uso de ese programa
- Que sea agradable para el usuario
- Que sea estable y seguro
- Que utilice los recursos justos para su propósito (lo que no significa ni que éstos sean muchos ni pocos, sino los justos)
- Que tenga un buen soporte (y un buen soporte no significa que éste dependa de la buena voluntad de un grupo más o menos amplio de personas) al que el usuario pueda recurrir en caso de necesidad
- Que, caso de ser un tipo de programa que lo necesite, tenga un sistema de actualizaciones Online rápido y efectivo
- Que esté garantizado el soporte durante un tiempo determinado (al menos 5 años), dependiendo sobre todo del tipo de programa del que se trate. Esto es especialmente importante cuando hablamos de un SO o de un programa de uso muy profesional y, sobre todo, si es un programa utilizado por corporaciones o empresas con muchos puestos de trabajo)
Estos puntos que he citado sí que definen la calidad de un programa, y no el que se trate de un programa de software libre o no, ya que son puntos que pueden cumplir perfectamente ambos tipos de programas.
En cuanto al soporte técnico, se puede pensar que es difícil para un programa gratuito cumplir con este requisito, pero existe una fórmula a emplear, y es la de cobrar dicho soporte (hay bastantes empresas que emplean ese método). En ese caso ya es responsabilidad del usuario contratar ese servicio o no, pero es importante que el programa ofrezca al menos esa posibilidad.
En último extremo es el usuario el que mejor puede juzgar las bondades de un determinado software, pero debemos darle los puntos exactos en los que basarse para hacer una evaluación, y no centrar la información en supuestas ventajas que tan solo van a ser tales en un número sumamente reducido de usuarios o en conceptos de respaldo falsos o al menos no del todo ciertos, y esto es responsabilidad de los desarrolladores, se trate del tipo de programa del que se trate.
Pero también el usuario (y sobre todo cuando se trata de profesionales o empresas) debe tener claras cuales son sus necesidades y en qué punto afectan sus decisiones en este aspecto al desempeño de su empresa o profesión, y hay que insistir en que la idea que aun existe en muchos ámbitos profesionales de que el software es un gasto es una idea que poco a poco hay que ir desterrando, el software es casi siempre en estos casos una inversión y como tal hay que verlo. Cuantas veces se ve empresas que utilizan software gratuito para temas tan vitales como es la facturación... y no son capaces ni de destinar una pequeña cantidad al pago de un servicio de mantenimiento del programa en cuestión.
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